Mi Experiencia en Amazon: Una Decisión Difícil, Pero Necesaria

Hoy tomé una de las decisiones más importantes de mi vida: renunciar a Amazon. Después de casi tres años en la empresa, me voy con una gran decepción y un aprendizaje invaluable. No puedo negar que hubo líderes buenos y compañeros increíbles, pero también encontré un entorno de trabajo tóxico que terminó afectando mi bienestar.

El nivel de exigencia en métricas es tan deshumanizante que deja de lado algo esencial: la salud mental de los empleados. No es un secreto que muchas empresas valoran más los números que a las personas, pero vivirlo en carne propia me hizo reflexionar. ¿De qué sirve la estabilidad económica si pierdes tu estabilidad emocional?

Cuando presenté mi renuncia, intentaron hacerme dudar: "No vas a encontrar la estabilidad que tienes aquí", me dijeron. Pero, ¿qué estabilidad? No hay estabilidad cuando tu mente y tu cuerpo están agotados. No hay estabilidad cuando cada día es una batalla contra el estrés, la ansiedad y la presión constante por cumplir métricas que parecen diseñadas para robots, no para seres humanos.

Decidí irme, y aunque aún no tengo un trabajo fijo, tengo mis ahorros y algunas oportunidades en servicios profesionales. Pero lo más importante es que siento paz. Me libré de cadenas invisibles que me ataban a un lugar donde nunca fui realmente feliz.

Para algunos, mi decisión puede parecer una locura. Para mí, es el inicio de una nueva aventura. Me di cuenta de que el dinero no lo es todo. La salud, la tranquilidad y el bienestar personal valen mucho más.

Si alguien necesita el trabajo, ahí les dejo el puesto. Pero si estás en una situación similar y sientes que tu trabajo te consume más de lo que te aporta, recuerda que siempre hay opciones. No es fácil, pero priorizarte a ti mismo es una de las decisiones más valientes que pueden tomar maes.